Dos poemas de Stella Díaz Varin (Chilena, 1926-2006)


LA PALABRA


Una sola será mi lucha

Y mi triunfo;

Encontrar la palabra escondida

aquella vez de nuestro pacto secreto

a pocos días de terminar la infancia.

Debes recordar

dónde la guardaste

Debiste pronunciarla siquiera una vez...

Ya la habría encontrado

Pero tienes razón ese era el pacto.

Mira cómo está mi casa, desarmada.

Hoja por hoja mi casa, de pies a cabeza.

Y mi huerto, forado permanente

Y mis libros cómo mi huerto,

Hojeado hasta el deshilache

Sin dar con la palabra.

Se termina la búsqueda y el tiempo.

Vencida y condenada

Por no hallar la palabra que escondiste.



DOS DE NOVIEMBRE


No quiero

Que mis muertos descansen en paz

Tienen la obligación

De estar presentes

Vivientes en cada flor que me robo

A escondidas

Al filo de la medianoche

Cuando los vivos al borde del insomnio

Juegan a los dados

Y enhebran su amargura.


Los conmino a estar presentes

En cada pensamiento que desvelo


No quiero que los míos

Se me olviden bajo tierra

Los que allí los acostaron

No resolvieron la eternidad


No quiero

Que mis muertos me los hundan

Me los ignoren

Me los hagan olvidar 

Aquí o allá

En cualquier hemisferio


Los obligo a mis muertos

En su día

Los descubro, los trasplanto

Los desnudo

Los llevo a la superficie

A flor de tierra

Donde está esperándolos

El nido de la acústica.








Comentarios

Inés Iglesias ha dicho que…
Mujer completa, lucha de carne y hueso. Excepcional. Como siempre Marcela, nadie es profeta en su tierra.

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